domingo, 13 de abril de 2008

EL VIAJE AL PARAISO


La adaptación de novelas literarias en rodajes fílmicos no siempre alcanza los mejores resultados. El trabajo de los directores es indispensable para que la producción final llegue a un punto que deje al espectador involucrado con la película. Este es le caso del director colombiano Simón Brand, quien basándose en la novela de Jorge Franco, hizo una película fiel a la obra literaria. La novela muestra la realidad de ser ilegal, representando en situaciones cotidianas lo que vive una pareja de adolescentes.


Los protagonistas de la novela, Reina y Marlon, dos jóvenes quienes emprenden una travesía cruzando por el hueco tienen que afrontar diferentes adversidades en un mundo totalmente desconocido y ajeno. Paraíso Travel, cuenta una historia colombiana de amor, enmarcada en la historia de Marlon, una persona que llega sin nada a un país desconocido y sufre un choque cultural tremendo.

Lo primero que impresiona en Paraíso travel es la resolución de sus imágenes, constantemente cambiantes, con matices de realidad que permiten un relato envolvente. Si bien hace varios años que el cine colombiano superó la etapa de las imperfecciones técnicas y las deficiencias por factores monetarios, esta nueva obra marca un punto de vista hacia el cine colombiano y vuelve absolutamente inaceptables en el futuro las falencias o debilidades en ese terreno cinematográfico.


En Paraíso Travel Simón Brand aplica la suficiencia de su saber profesional a trasladar y a poner en imágenes y sonidos las peripecias y el espíritu de la novela de Jorge Franco, propósito en el que obtiene logros que están más allá de cualquier discusión.

Los elementos utilizados son de alta calidad, pienso que el sonido de la película logra transportarnos a la realidad de las imágenes que muestra. Ambos conceptos son aplicados de manera eficiente en el relato haciéndonos viajar al igual que Reina en sea travesía, el matiz principal del sonido y de las imágenes de la película está enmarcado en lo real contado bruscamente de forma acelerada, dinámica y cambiante. Es un relato moderno que juega con nuestras emociones haciéndonos sentir la agitación de ser un ilegal.


Los méritos de la novela en cuanto relato con capacidad para capturar la atención del lector y mantenerlo enganchado se conservan en el filme.Paraíso Travel cuenta una nueva versión de lo que es el sueño americano, esta vez representado en el destino de dos jóvenes de Medellín, impulsados por la determinación de la joven de llegar a Nueva York y cambiar el panorama de lo que son sus vidas en Colombia, sueño que como se conoce, termina convertido en pesadilla en la mayoría de los casos.

En la película se puede destacar el manejo de los códigos sintácticos, se siente refleja un gusto con las posibilidades dramáticas de la novela y a escasos minutos de haberse iniciado la película, ya el espectador sabe perfectamente de qué se trata y cuál es núcleo de la acción, de modo que lo que sigue es narración.
La estructura narrativa de la película maneja continuos flash back para relatarnos los momentos vividos en Colombia por los protagonistas antes de aventurarse el sueño americano.
El manejo del tiempo hace que el desarrollo la historia sea contada de una manera dinámica y diferente a las historias convencionales, por eso es de resaltar la utilización de una estructura narrativa en dos tiempos, con el presente de Marlon en Nueva York y el regreso constante a la crónica de lo que fue el viaje como ilegales de Colombia a Texas.

La imagen es nítida, casi real, pero no lo es, puesto que lo relatado es ficción, es decir historias no necesariamente reales, pero con tildes de documental por los recursos expresivos que maneja da a la imagen una tonalidad real.

En el film se juega con recursos expresivos claros, de carácter estético para darle credibilidad, verosimilitud.

Por el contrario, un docudrama hace referencia a hechos reales puntualmente definidos. Utiliza imágenes de archivo reales y llena los vacíos de la historia a través de la estética.

En paraíso travel, cuando Marlon se dirige de New Jersey a Atlanta, ocurre una remembranza de su historia que es mostrada como un plano subjetivo en blanco y negro.

Sin embargo, a veces la verosimilitud de géneros nos confunde, puesto que estéticamente logra la emoción por el impacto con la historia de amor y la debilidad del hombre frente a la relación afectiva.

El final de la película es abierto, algo ilógico en el cine anglo y latino. La historia por tanto no se cierra y cada quien puede darle su final. Lo cual es permite que la estética llegue al clímax, dando pluralidad de lecturas, pudiendo así disfrutar de nuestros propios discursos, nuestro propio final.


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