lunes, 2 de marzo de 2009

LA GLORIOSA SAGA ÉPICA DE LOS GUERREROS MÁS PODEROSOS DEL UNIVERSO


SERIE TELEVISIVA: DRAGON BALL Z (1989-1996).
Creador: Akira Toriyama, Guionista y dibujante.
Animación: Cómic Manga
Género: Fantástico. Acción. Artes marciales


Para especular y no dejarnos convencer por lo que se nos quiere vender, es necesario juzgar sobre todo a la televisión, como medio de comunicación triunfante de este siglo XX que termina y como fuente constante de formulaciones violentas ante los ojos de los telespectadores. Este tema es el escogido ya que me interesa,, mezclar los procesos que subyacen en nuestras mentes, con la sociedad, y así unir la psicología y la sociología para llegar a conclusiones que indiquen el por qué del comportamiento violento influido por los medios de comunicación en sociedad, en esta oportunidad analizaré la serie televisiva de anime japonés Dragon Ball Z, de completamente de mis afectos, pero enmarcada en una temática central violenta, de principio a fin aparentemente, mi análisis lo centraré en el desarrollo del argumentos, las temáticas, los personajes y la relación violencia/valores/antivalores, con los episodios del 61-65, señalando q la serie está compuesta por 291capítulos que no dejaré fuera de mi análisis.



Pocas veces lo masivo, lo popular, se mezcla con algo de culto.Dragon Ball Z engloba esas cualidades y varias otras.Hace ya casi 20 años que esta serie se ha dejado de animar y sin embargo sigue siendo un éxito en Estados Unidos, Japón, Latinoamérica y parte de Europa.
La serie ha sido ha sido imitada a veces con mejor o peor suerte, quizás Naruto sea el mejor ejemplo de series influenciadas por DBZ. Si bien en algunos puntos se parece a la serie de Goku, la misma también posee su personalidad propia.Nunca antes una serie había mostrado a unos personajes con esa calidad de delineamiento, sus personalidades son muy disímiles.

Aunque la serie sea comercial hasta el absurdo, sus personajes sean sólo estereotipos, esté repleta de capítulos innecesarios, su animación sea de baja calidad, y haya finalizado hace diez años, su atractivo se mantiene intacto.

Primero, porque no es complicada. La vida de Goku es la viva expresión del lema “los buenos siempre ganan”, que, mal que bien, es aceptado por las diversas culturas de todos los pueblos. Segundo, por las peleas, que pueden ser reconocidas y disfrutadas en cualquier punto del orbe, por el elemental y lúdico placer del ser humano ante la experiencia de la lucha y de la victoria. Tercero, por el ideal de crecimiento que planteó, plasmado en el personaje de Goku, que con el paso de los años creció, se casó, se desarrolló, y adquirió más poder, igual que lo hicieron sus seguidores por todo el mundo. Cuarto, por la fuerte idea de amistad que promueve. Recordemos cuántas veces hubo que dar la vuelta al mundo (o al universo) sólo para poder revivir a un amigo muerto; y hasta el más amargado y orgulloso tuvo que ceder ante ese impulso propio de los seres humanos.

En cuanto a la parte audiovisual, vemos los cambios de velocidades pertinentes, en los momentos de tensión, acompañados siempre de una adecuada musicalización, que ambienta de forma pertinente las interminables batallas. Hay tópicos de animaciones modernas, los personajes logran teletransportarse en sus batallas, acompañados de una importante presencia de planos detalles y primeros planos. A pesar del buen desarrollo de la trama, mayoritariamente, pero con momentos de excepción, la calidad de la imagen como tal es básica, los colores son demasiado brillantes y saturan la colorimetría manejada.
En conclusión, la prolongación de mensajes violentos en preadolescentes, adolescentes o jóvenes puede incorporar la violencia a sus vidas cotidianas, torciendo de alguna forma las pautas de comportamiento e involucrándolos en respuestas desesperadas y crueles, ante problemas que tienen una raíz y un tratamiento objetivo, político o social.

Sin embargo, me considero seguidora de DBZ, y los comportamientos violentos no forman parte de mis lineamientos, por tanto es equivocado afirmar que necesariamente ver programas violentos tiene como efectos conductas violentas, por el contrario, la serie resaltaba valores humanos, más allá de las batallas marciales que vale la pena resaltar, por ello no se puede analizar una serie televisiva con un fragmento de capítulo, pues podemos malinterpretar la esencia de esta, por tanto este análisis lo realice con el conocimiento pleno de la totalidad de la serie, lo que me permite afirmar que en esencia, la violencia es la temática explicita, pero los temas implícitos son valores humanos que no constituyen un mal ejemplo para la audiencia.

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