lunes, 3 de marzo de 2008

MURIÓ EN SU LEY



El ataque nocturno al campamento de las Farc, que dejó como saldo de 17 guerrilleros muertos entre ellos al jefe Raúl Reyes, es una noticia que ha conmovido a Colombia y que se sintió en todo el mundo. El asalto sucedió de noche mientras los 17 guerrilleros al parecer dormían. También suscitó la indignación en el vecino Ecuador por haber vulnerado su espacio territorial.

La única versión que los Grandes Medios pudieron dar al principio provenía del Ministro de Defensa colombiano, quien provocó una reacción molesta en el periodismo independiente, al haberse negado a contestar cualquier pregunta, después de haber dado el parte de victoria.

La muerte de Reyes es otro duro golpe que el ejército colombiano le propina a las FARC y se suma a otros que han venido minando sus filas y su fortaleza. Da la sensación de que Uribe por fin estuviera cumpliendo el mandato que recibió de un electorado harto de la burla que dicha guerrilla le hizo al Estado colombiano hace años.

Todavía está fresca en la memoria de muchos, el gesto simbólico del máximo jefe Marulanda quien no se presentó a la ceremonia de inicio de las conversaciones, actitud grotesca, pues no es justo que se burlen los intentos de alcanzar la paz, a eso se suma la forma como se negaron, por meses, a negociar con el ex presidente Pastrana un ansiado acuerdo de paz que la mayoría deseaba y que se frustró por la actitud intransigente de las FARC.Ahora la gente en Colombia aplaude cada uno de estos golpes y la muerte de guerrilleros que al fin y al cabo no son otra cosa que compatriotas que empuñan las armas pero que muy posiblemente también quieren vivir en paz y no atinan con sus actitud violenta a darse cuenta que la sangre llama la sangre y que las armas solo dejan muertos por doquier.

Pero la guerra es la guerra por más que el actual gobierno se empeñe en negarla y reducirla a un conflicto. Muy trágico esto. Como también lo es la muerte del soldado colombiano que cayó en el ataque fronterizo, además muy dramático.

Las agencias de prensa se movilizan y los deseos de la gente por saber más detalles. Y es allí cuando las ventas de periódicos aumentan y los hits de visitas en las páginas Web de los medios noticiosos se multiplican. Eso engorda las arcas de algunos mientras se empobrece una visión más humana de la tragedia y se distorsiona el verdadero debate político que debiera darse en la esfera pública.

Es por eso que me pareció muy triste también, y me defraudó desde el punto de vista de la ética periodística, ver la actuación y la actitud de periódico El Tiempo quien de manera grotesca y casi pornográfica corrió a publicar en el cabezote de su versión digital una impresionante imagen del acribillado guerrillero Reyes. No contentos con eso incluyeron como “especial” una galería de fotos con diversas “poses” de su cadáver. Y para salvaguardarse de manera hipócrita de toda responsabilidad advierten al lector sobre el contenido: “Material explícito, puede herir su sensibilidad”.

En todo caso a mí me parece un acto reprobable y que lesiona, de alguna manera, el tejido social, lo califico de grotesco en todo el sentido de la categoría estética.

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